Ahora le toca el turno a los más pequeños…no, no estáis viendo doble, jejeje, es que en esta ocasión, me tocó retratar gemelos. Y no a cualquier pareja de gemelos, sino a mis sobrinos.
A pesar de ser gemelos, y parecer idénticos a ojos de los desconocidos, para la familia, son totalmente diferentes, y eso también había que dejarlo plasmado en el cuadro.
En caso de niños pequeños, es muy importante que las fotos sean de buena calidad porque al no tener los rasgos tan marcados como un adulto, es más difícil sacarles todos los matices.
Este retrato es de 30x40 y lo realicé íntegramente con grafito. Creo que es un regalo genial para hacer a los padres en su cumpleaños, en navidades, el día de la madre, el día del padre…
Así que, si tenéis alguna celebración de este tipo a la vuelta de la esquina o simplemente queréis tener un detalle con algún ser querido, no perdáis más tiempo, y hacerme un encargo.
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